Las
alfombras de bambú son
resistentes, duras y, lo más importante, quedan perfectas en cualquier habitación por la
calidez y naturalidad que aportan. El bambú es un material que no se contrae, no se expande y no se dobla, lo que nos ofrece una
garantía importante a tener en cuenta. Aportan
frescura y elegancia a una
decoración en tonos naturales, sobre todo en la gama de los
colores tierra, por la sencillez de su diseño. Nada de recargar todos los objetos: lo sencillo, que no lo simple, también aporta un toque de estilo.
Al contrario de lo que pueda parecer, no son para nada frías, ya que el
bambú es un
material del estilo al parqué y enseguida se adapta a la temperatura de tu
hogar. Precisamente porque es similar al parqué, debes tener cuidado al
escoger el tipo de láminas: si son listones muy anchos corren más peligro de romperse que si los escoges finos.
El
tratamiento a darles es muy sencillo, se les puede pasar la
aspiradora o sacudirlas, y para limpiar cualquier mancha, con un poco de agua y jabón, o incluso con la fregona. Supongo que, aunque nos gusta la decoración, también buscamos
comodidad a la hora de tener en orden nuestra casa.